Hace muchos años en Kolkata (India), tuve la oportunidad de conocer a la Madre Teresa, una increíble mujer con una fuerte personalidad. Cuando ella caminaba por la calle, la multitud se dividía como el Mar Rojo. Sin embargo, cuando uno hablaba con ella mencionando sus obras extraordinarias, casi no le daba importancia alguna. Si le preguntaban cuál había sido su mayor logro, respondía: “Soy experta en limpiar inodoros”.
La respuesta era divertida y a la vez seria. Se dedicaba a cuidar a los demás. Si había que limpiar inodoros, los limpiaba. No había un trabajo que no estuviera dispuesta a abordar. Ayudar a los demás era su labor y ningún trabajo estaba por encima de ella, no había nada más importante que eso.
Un día, cuando un hombre elegantemente vestido vino a Kolkata buscando a la Madre Teresa, las monjas que abrieron la puerta le informaron que estaba en la parte trasera de la casa limpiando inodoros y allí la encontró. Ella lo saludó, supuso que Continue Reading