En sesión telemática del jueves 23 de septiembre, el Club Rotario de Puerto Natales realizó un merecido homenaje al Ejército de Chile, al conmemorarse las Glorias del Ejército. La reunión solemne fue presidida por el presidente Carlos Fuentes Oyarzún y contó con la presencia del Comandante del Destacamento Acorazado N.°5 “LANCEROS”, coronel Carlos Osses Seguel, el sargento primero Alejandro Cárdenas Muñoz, el cabo segundo Alexis Lagos Pardo y el soldado conscripto Sebastián Parra Cid. Dirigió la sesión como maestro de ceremonias el socio Francisco Álvarez, el brindis oficial lo realizó el socio Miguel Cordero. Las efemérides fueron recordadas por el socio Hans Wiemberg. Como siempre se leyeron los objetivos de Rotary, lo que hizo el socio Alejandro Vargas. La palabra oficial del club corrió a cargo del socio Christian Gudenschwager, quien expresó lo siguiente:
Así como la religión impulsa adorar a Dios y venerar a sus patronos, los hijos de Chile no podemos olvidar a quienes han prestado heroicos y positivos servicios, mientras en lo útil tratamos de seguir su ejemplo. Todo navío que llega a América sigue la ruta abierta por Colón; toda novela es deudora de Homero y nuestra altiva democracia sigue siendo la consecuencia del principio emancipador sustentados por los padres de la patria. Todo esto porque la vida está coronada por el tributo de los hombres que se sacrificaron por añadir rayos de luz a nuestro cielo y libertad y sentimiento fraternal a nuestro espíritu.
A nombre del Rotary Club de Puerto Natales, me ha correspondido el alto honor en esta ocasión tan importante en que nos acompaña una selecta delegación del Ejército de Chile a cargo del comandante de la Guarnición Militar de Puerto. Natales y comandante del Destacamento Acorazado N° 5 “Lanceros” de nuestra ciudad coronel Don CARLOS OSSES SEGUEL, entregar un afectuoso saludo y nuestro reconocimiento a quienes en el pasado nos entregaron esta patria libre e independiente y a quienes hasta hoy continúan con su legado.
En esta noche, Rotary Club Puerto Natales, desea por mi intermedio, rendir un homenaje a las Glorias del Ejército de Chile y a nuestra patria, con motivo de celebrarse un nuevo aniversario de la Primera Junta Nacional de Gobierno, constituida el 18 de septiembre de 1810.
Por eso fundamentamos el homenaje y el reconocimiento a nuestros próceres, a Bernardo O’Higgins, a Juan Martínez de Rozas, A los hermanos Carrera, a Manuel Rodríguez, a Camilo Henríquez, y a tantos otros, a quienes seleccionamos desde la niñez en nuestros pensamientos.
La génesis de la Independencia de Chile constituyó un proceso revolucionario y en relación con ella, cabe mencionar la empresa de la colonización española de América en toda su importancia. España pudo cometer excesos en los siglos que dominó estos suelos, pero no se puede desconocer lo trascendente de su obra civilizadora.
Es de todos conocidos la Constitución de la Primera Junta Nacional de septiembre de 1810, que es a su vez, fue el primer símbolo objetivo de la tentativa de emancipación chilena, que sólo se vio obtenida y consolidada años después. En este lapso en que se distinguieron muchos patriotas.
Pasando ahora a la actualidad, podemos decir que nuestro aniversario patrio es un aniversario de esperanza y que el día del Ejército es una demostración de gratitud de la ciudadanía para quienes tienen la misión de nuestra supervivencia más allá de las fronteras y de nuestra integridad en el orden interno de su territorio.
La patria que amamos y deseamos afirmar es una patria simple, sencilla y pura, que no recela ni despierta recelos de las otras patrias y que se siente parte integrante de esa otra patria grande que es la humanidad. Queremos lo mejor para nuestra nación y lo queremos sin condiciones ni medida; sin otro límite que aquel en que comienza el derecho y la libertad de las demás naciones.
Se hace patria, cuando es necesario y justo, en los campos de batalla, también se hace patria empuñando el arado, la pala, trabajando en la sala de clases, en la clínica, en la fábrica, en el taller, en la empresa, en la oficina o en el hogar.
En este bosquejo, a trazo grueso, rindo homenaje a Chile, a sus mujeres, hombres, niños y ancianos con la permanente vigilia de nuestros principios postulados esenciales, damos cumplimiento a este sagrado deber en la poesía de Manuel Magallanes Moure, al pie de la bandera:
Símbolo augusto, que encierras
el alma de una nación, victorioso pabellón,
que, tras legendarias guerras,
llevaste a extranjeras tierras
nuestra fama secular…
cuando el viento hace flamear
tus vigorosos colores,
entre vivos resplandores
se ve a los héroes pasar.
Tú representas aquello
que con fervor adoramos,
y cuando te contemplamos,
desplegándote al destello
del sol, el cuadro más bello
surge ante nuestras miradas,
pues vemos en ti encarnadas
las ambiciones más puras,
las más intensas ternuras
y las cosas más amadas.
Y ese amor, noble Bandera,
lo encarnas tú, y es por eso
que, cuando flotas al beso
de la brisa pasajera
que en aromas de pradera
te envuelve, el chileno olvida
por ti a la mujer querida
y a la madre venerada,
y puesta en ti la mirada,
jura por ti dar la vida!
Respecto de nuestro ejército, debo decir que su gestación involucró la herencia y tradición del carácter indómito de la raza araucana y el empuje de los hijos de España. Su trayectoria hasta estos días está jalonada de empresas heroicas y de sacrificios, que lo hacen cada día más respetable, más digno, más considerado.
El Ejército de Chile nos llega hasta nosotros haciéndonos vibrar en lo afectivo y en lo racional. Cuando niño, quien no ha recibido la sensación de sus desfiles, de su paso arrogante al compás de las músicas marciales, y con el conocimiento de las primeras letras, quien no ha sido impresionado por las hazañas de sus héroes, oficiales o soldados, en tantas batallas que dejaron inscritas en las páginas de la historia. En la edad adulta, cuando ya han madurado la mentalidad y el sentimiento, es cuando podemos apreciar mejor lo que ellos significan. Desde luego, podemos exhibir con orgullo, el espíritu democrático que los anima en su función profesional, a tal punto, que constituyen una garantía para la estabilidad de la nación. En lo externo, están siempre a la expectativa de nuestro resguardo soberano, haciendo presente que aman la paz y no propugnan la guerra, sino que la acatan cuando esta es imperiosa e ineludible y se entregan, entonces, a un cometido que se considera sinceramente justo.
Así hemos llegado a nuestra actual patria chilena, con la obra de sus emancipadores, sus fuerzas armadas y la ciudadanía en general.
Rotary que ha establecido sus comités de servicios, al analizar a los hombres que han luchado por la patria, ve que estos han seguido la ruta de sus postulados. Destacaron por ejemplo en el ideal de servir al entregar sus esfuerzos y el riesgo de sus vidas, por la sociedad a la cual pertenecían bajo los colores de nuestra bandera; dignificaron sus actividades, porque utilizaron sus atributos positivos personales, al margen de sus temperamentos, ideologías o defectos, a la finalidad de una gran causa. Demostraron, por último, el deseo de paz entre las naciones, porque comenzaron por esgrimir la confraternidad de destino de los pueblos que iban a emanciparse y sugirieron la buena voluntad como mecanismo que debía regir las relaciones de los países, sobre la base de la justicia.
Voy a terminar, invitando a vosotros a que meditéis, sobre el panorama que os presenta la esbeltez de nuestras montañas, el ardor de las arenas del desierto, el verdor de nuestras tierras, la nieve y el hielo de la antártica, la inmensidad del océano, que, con diferentes expresiones de la naturaleza, hace, sin embargo, un todo armónico de belleza de nuestro suelo. De la misma manera cualesquiera que sean las expresiones legítimas de nuestras almas, superando toda barrera de limitación del espíritu, como homenaje a nuestros próceres y al ejército de Chile, le deseamos el deseo infinito de unión, de respeto mutuo, de armonía y de felicidad de todos los que vivimos en esta tierra.
Distinguidas Visitas, compañeros rotarios los invito a alzar nuestras copas para brindar por nuestra patria chilena, por nuestro ejército de ayer y de hoy, por quienes en este extremo austral del mundo día a día haciendo frente a un clima inhóspito defendiendo con fuerza, tesón y sacrificio el legado que nos dejaron nuestro ejército vencedor, jamás vencido.
Por ello salud
Posterior a este discurso, presentó una serie de imágenes, narrando con ellas la historia del Ejército de Chile, desde su formación hasta nuestros días.
Luego se le cedió la palabra al coronel Osses, quien agradeció le ceremonia de homenaje e hizo una descripción de las tareas en que está empeñado el Ejército, como también indicó la modernización que se ha producido en la formación del personal.
Finalmente se presentaron con imágenes y música los Himnos del Ejército y de Rotary, como siempre a cargo del socio secretario Rodrigo Muñoz.
Finalmente, el presidente cerró la sesión, dando paso al “chipe libre”.
Excelente homenaje llevado a cabo el día de ayer, donde nuevamente se demostró el compromiso y la entrega de cada compañero rotario en sus misiones encomendadas.
Sencillo pero solemne homenaje rendido a nuestro Ejército de Chile, Institución fundamental en la fundación, historia y desarrollo de nuestra patria. Gracias por su entrega y permanente apoyo al quehacer diario de Chile.
Excelente homenaje al Ejército de Chile, felicitaciones a quienes cumplieron tareas y a todos mis compañeros en general por su participación.