El 23 de mayo, el Rotary Club de Puerto Natales, realizó una sesión homenaje a la Armada de Chile, con motivo de la celebración de las Glorias Navales y por el aniversario del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa.
La sesión fue presidida por el socio Davor Gasic Mihovilovic, presidente del Club Rotario, actuando como maestro de ceremonias el socio Nelson Zúñiga. El brindis oficial lo hizo Juan Carlos Mancilla y el socio Marco Castro leyó las efemérides de la semana.
La alocución la elaboró y leyó el secretario Nicolás Arancibia, quien expresó lo siguiente:
“En este mes de mayo consagrado a las Glorias Navales de Chile, Rotary Club de Puerto Natales desea rendir un sentido homenaje de admiración, gratitud y cariño a la Armada de Chile, esa institución que ahora como siempre escribe día a día la historia de nuestra patria.
145 años han transcurrido desde aquel 21 de mayo de 1879 cuando, en la rada de Iquique, el Capitán Prat y gran parte de su tripulación, ofrendaron su vida por los destinos de la Patria.
“Muchachos, la contienda es desigual. Nunca se ha arriado nuestra bandera al enemigo; espero, pues, no sea esta la ocasión de hacerlo. Mientras yo esté vivo, esa bandera flameará en su lugar y aseguro que, si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”. Esta fue la legendaria arenga que pronunció Prat antes de inmortalizarse en la historia. Su sacrificio y el de sus valientes marinos inspiraron a todo un pueblo y marcaron el rumbo de la Guerra del Pacífico.
Chile ha acogido el mes de mayo para concretar la atención del país en su mar, y sumergirse en las páginas de su historia, para rendir un homenaje a quienes forjaron en Iquique nuestra mayor gesta naval. Esta brillante idea no se ha detenido allí. Chile ha podido apreciar como cada mes de mayo se plantean al país nuevos desafíos marítimos.
Es destacable notar como nuestros marinos han tomado la responsabilidad histórica de continuar la obra del Capitán Prat: hacer más grande a Chile a través de su mar, yendo más allá de su misión de resguardar la soberanía nacional y mantener la integridad territorial.
Y así como ayer el Capitán Prat con su heroísmo nos enseñó lo que era posible en el ámbito de lo imposible, cuando enfrentó con su vieja nave de madera a un Monitor que representaba lo más moderno de la ingeniería naval de la época, la Armada de Chile de hoy nos está enseñando que las posibilidades de nuestro mar son enormes, pero requiere de un esfuerzo que también es heroico.
Quiera Dios que también ahora, en los momentos difíciles que vive la humanidad, recuerden todos los chilenos la lección de generosidad y amor patrio que nos legaron las fuerzas morales del Capitán Prat Chacón y sus camaradas del mar.
Prat permaneció popular porque las virtudes que ejemplificó y los actos que realizó, pudieron usarse para satisfacer las necesidades de una sociedad en cambios. Prat pudo encarnar las aspiraciones y deseos de su nación y así llegar a ser el símbolo no sólo de una época, sino de la eterna búsqueda del hombre por su perfección.
Por estos principios, por estos ideales y por su relevancia histórica, he creído pertinente centrar este homenaje rotario a la Armada de Chile, en la figura de su héroe máximo.
Cuando una sociedad como la nuestra, en las transformaciones y cambios propios de los tiempos, debe asumir su destino frente al tercer milenio, figuras señeras como la del Capitán Arturo Prat Chacón, junto a muchas otras, no pueden ni deben ser olvidadas, porque ellas constituyen nuestras raíces y, al mismo tiempo, las alas que nos han de llevar a un futuro mejor.
26 años después un colega de Prat, abogado norteamericano llamado Paul Harris, en un crudo invierno de Chicago, Estados de Illinois, Estados Unidos, fundó junto con otros tres amigos, un movimiento basado en esos mismos nobles sentimientos de amor, amistad y generosa entrega al servicio de los demás, que se sintetiza con el lema “Dar de sí antes de pensar en sí” y cuyo camino converge con el de nuestra armada, en el espíritu perseverante y permanente de servicio a la comunidad y en cultivar y propiciar los grandes valores de la convivencia humana, inculcándolos no sólo a nuestros hijos, sino que a todos los jóvenes de nuestra patria para enseñarles a construir una sociedad más solidaria, honesta y capaz de tender una mano hermana al que sufre. Es por eso que estamos reunidos hoy los rotarios de Puerto Natales para rendir nuestro emocionado y sincero homenaje de admiración y respeto al insigne y esforzado Capitán – Abogado cuando el país entero ha conmemorado un aniversario más de su heroica inmolación. Vaya también nuestro sincero y fraterno saludo a todos los hombres de mar y Oficiales de nuestra Gloriosa Armada de Chile, depositarios de una herencia histórica y una misión de futuro que sabrán atesorar y cumplir en pos de la grandeza de nuestro Chile.
Para finalizar, deseo entregar el saludo de la mesa rotaria natalina a nuestras honorables visitas, encabezadas por su Capitán de Puerto y a cada uno de los oficiales y suboficiales de nuestra Armada que laboran en esta austral ciudad y resguardan la soberanía en nuestro amplio litoral.
Compañeros rotarios, distinguidas visitas, los invito a alzar nuestras copas y a brindar por Chile, por Rotary y en forma muy especial por nuestra Armada Nacional.
Salud”.
A la ceremonia acudieron representando a la Armada de Chile, el Capitán de Puerto, Teniente primero del Litoral don Rafael González Hernández, el Teniente primero del Litoral don Carlos Reyes Arriagada y el Suboficial del Litoral don Leonardo Oyanedel Henríquez.
Posterior a esto, el presidente entregó al Capitán de Puerto, un ejemplar del libro “100 años de Rotarismo en Chile”.
Este último hizo uso de la palabra, agradeciendo el homenaje de Rotary hacia su institución, haciendo un paralelo entre los altos y nobles principios e ideales que practican tanto rotarios como marinos.
Al final de la ceremonia, se entonaron los Himnos de la Armada de Chile y el Himno Rotario y luego el presidente cerró la sesión dando paso al chipe libre, donde se compartió en amable camaradería con nuestras visitas.